25 de enero de 2015

Poesía en los pies

La noche de enero le dejó al día pies de hielo. Y el zarzagán prendió la llama gélida del aire, transparente como la de un soplete. Su soflama helada y persistente fundía los ojos, soldaba los dedos y soasaba las mejillas.
Barzoneaba lentamente. Únicamente la voluntad galvanizaba sus músculos, sacando fuerza del combustible secreto que esconde la mente. Ansiaba que el sol terminara de salir y coloreara de calor el día. La cabeza quería encontrar un artificio que pusiera alas a las piernas. Quería huir, pero siguió adelante, con la certeza de que la poesía le pisaba los talones.

4 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

zarzagán
Barzoneaba

Esas palabras van al diccionario y "galvanizar" no lo había escuchado refiriéndose al ánimo. Y me gusta en ese contexto e incluso para usarla como imagen y construir una metáfora. Me la quedo.

Lan dijo...

Pues galvanizar también puede significar provocar movimientos en un animal por medio de corrientes eléctricas que, en este caso, envía el ánimo al músculo. El corazón también funciona por corrientes eléctricas.
Pero, qué más da, el caso es que te gustó. :-)
Me alegro.
Saludos.

Ángeles dijo...

La poesía le pisaba los talones, desde luego, y la aliteración aleteaba a su lado.

Lan dijo...

Pero se ve que la poesía no llegó a alcanzarle o le pasó por encima y no se enteró, del frío que tenía. Llevas razón, Ángeles, la aliteración le tenía alicortado. :-)