25 de septiembre de 2011

El tono

No recuerdo los cuentos que me contaron de pequeño. Pero sé que algunos me contaron, porque el tono en la voz de contar cuentos era muy distinto. Así que algunas veces, cuando escribo, quiero imitar el tono aquel para que sobrevuele al silencio de las letras, para que el que las lea se convierta en el único y personal receptor de mis historias. Y así, si quienes leen lo que escribo lo notan, se sentirán tranquilos en medio del océano de la desesperanza, protegidos, y se dormirán en el seno cálido de un cuento: el tono mágico de los cuentacuentos.

9 comentarios:

d:D´ dijo...

Bos días Soros:
A sí es. Los cuentos que de pequeños nos hacen reír tanto son aquellos en los que los cambios de voz nos transportan al mundo de la fantasía pero de la mano y gestos del que lo cuenta. Por lo tanto son los que mejor retenemos. La memoria es tan agradecida que tiende a olvidar las sensaciones desagradables y nos devuelve, casi siempre, las que están llenas de gran empatía.
Qué razón llevas cuando escribes para recordar( nos lo).
Breves saúdos.
Deica logo amicus.

Lan dijo...

Beato, los animales tienen también tonos y, aunque no entendemos su lenguage, solemos entender sus tonos.
Saludos.

d:D´ dijo...

Bos días Soros:
Ahora caigo y comprendo el verdadero sentido de tus palabras.Fantásticos tus recuerdos , tal vez, relacionados y aprendidos con esa cinegética de antaño?.
Ahora sí lo veo más claro, más completo...
Breves saludos.
Deica logo amicus.

Descalza dijo...

Yo soy/era buena contando/narrando cuentos. Se (porque lo imagino) que tú también debes serlo. Muchas veces, entre tus escritos, he quedado enganchada de esos cuentos que tienen el tono mágico que mencionas.

Lan dijo...

Pues te equivocas, Descalza, no soy narrador de cuentos excepto cuando los escribo.
Saludos.

Paz Zeltia dijo...

no me contaron cuentos para dormir.
pero acompañando a mi madre en tareas del campo, mi madre aprovechaba los momentos de descanso par contarme hisstorias verdaderas.
Y también historias que le habían contado.
Y, como no, leyendas.

Lan dijo...

Zeltia, por las cosas que, en unos sitios y en otros, dices de tu madre, debía de ser una mujer muy entera y suave y tierna.
Saludos.

Ángeles dijo...

Pues te digo yo a ti que lo consigues. De verdad que sí.

Me gusta mucho eso de que no recuerdas los cuentos que te contaron pero sí el tono con que te los contaban. Muchas veces lo que se cuenta da un poco igual. En la voz -o la pluma- del que cuenta está la clave.

Lan dijo...

Un gran halago por tu parte, Ángeles.
Muchas gracias.