Ya sabes, si vas a París, mi dirección es un piso en Pigalle, encima de la librería Bourgeois. Ven a verme a la comuna tanto si me necesitas como si no. Recuerda bien donde es, porque, por seguridad, no te puedo dar las señas exactas, y menos, por escrito. Comprometería al host.
Tras una semana penosa de autoestop, llegué a París. No conocía a nadie. Él sería mi único asidero. Casi no tenía dinero. Encontré el piso, balbuceando francés ridículamente. Abrió una tía malencarada y me dejó esperando. Oí cuchichear al guest diciéndole a aquella guarra estrafalaria que me despachara.
Tras una semana penosa de autoestop, llegué a París. No conocía a nadie. Él sería mi único asidero. Casi no tenía dinero. Encontré el piso, balbuceando francés ridículamente. Abrió una tía malencarada y me dejó esperando. Oí cuchichear al guest diciéndole a aquella guarra estrafalaria que me despachara.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario