6 de marzo de 2009

Purgando


Tábara tiene una iglesia con una hermosa torre. Una señora, que va con su marido, nos informa de que hay refugio.
- ¿De dónde dicen que vienen andando?
- De Sevilla.
- ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, qué sacrificio tan grandísimo! ¡Ay, pero qué fuerza de voluntad!
- ¡Calla ya, mujer, calla! ¡Qué algo muy gordo tienen que haber hecho estos dos pa tener que venir andando desde Sevilla!, sentencia el marido tirando de su brazo.
Ya lo cantaban hace años los de La Bullonera: "En la punta del dedo tienen los jueces un letrero que dice: te lo mereces".

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