13 de marzo de 2009

Circo


Aburridos por lo que nos rodea nos inventamos mundos y llegamos a habitarlos. Los niños, que lo descubren pronto, gesticulan, actúan y hablan solos cuando juegan imaginando estar donde desean.
Nos gusta vivir en otros mundos y venir a éste para lo indispensable. Los del circo, que es un mundo dentro de otro, lo saben. Asombrémonos con los leones de Abisinia, los cocodrilos del Limpopo, las anacondas del Amazonas, los tigres de Ranthambor, los elefantes del Serengeti y con toda esa corte de aristócratas disfrazados de payasos y princesas y revestidos con los mil poderes de la imaginación.

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