18 de febrero de 2009

Chimenea asediada


La antigua fábrica de aceites desapareció arrastrada por el tsunami de la construcción y de la especulación, ese que ahora celebramos con esta recesión que a tantos apabulla. Por decir que vivimos en un tiempo más civilizado que otros anteriores y que aquí todo lo que se hace es desarrollo sostenible y respeto al entorno histórico de la ciudad, que ya lo estamos viendo, dejaron la chimenea. Eso sí rodeada de bloques y locales comerciales, como diciendo: ¿Veis la chimenea? Pues también todos vosotros estáis rodeados, no tenéis escapatoria. ¿Lo pilláis o no, majetes?

2 comentarios:

Flor y Nata dijo...

La única escapatoria es la que está dentro de uno mismo. Ahí, en ese lugar sin espacio ni tiempo, es donde los sueños, los deseos, la recreación de lo imposible...tiene su razón de ser; y nada ni nadie puede invadirlos.
Bss

Lan dijo...

La escapatoria usando la parte interna de uno es arriesgada y no siempre lleva a buen puerto.