6 de febrero de 2009

Amalia, cómo eres


Amalia, apenas iniciada en informática, terminó con muchísimo esfuerzo un curso por Internet. Agradecidísima por la ayuda recibida, le escribió un amable correo de despedida al profesor que le había atendido telemáticamente. La mujer se deshacía en halagos y en agradecimientos e incluso invitaba al profesor, que personalmente no había conocido, a que, si tenía ocasión, se pasara por su ciudad y así poder saludarle y darle las gracias por todo personalmente.
Orgullosa del emocionado correo que escribió se lo mostró a un compañero de trabajo:
- ¿Qué te parece, Paco?
- No sé, chica, te entregas de una manera…

2 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

si, hay quien se entrega enseguida. y eso sería bueno, si no hubiera quien se aprovecha enseguida.

Lan dijo...

Es que hay quienes piensan que "se coje lo que se da y se suspira por lo que queda". Pero la verdad del caso es que Paco es, y era, un cachondo.