29 de septiembre de 2008

Bululú


Era un viejo zorro. Sobre los años llevaba apilada la tristeza. Vagaba de sitio en sitio, de trabajo en trabajo, de mujer en mujer…. había hecho demasiados personajes y ya era un compendio de los de muchas comedias. Había cambiado tanto de voz y de aspecto, había mentido tan a menudo que hasta la verdad, famosa por darse al desnudismo, se tapaba precavida en su presencia. Nadie, excepto él, conocía sus dotes de actor y por eso los demás, con ánimo de ofender y sospechando siempre, le llamaban farsante. Pero él sabía muy bien lo que era: un bululú viviente.

2 comentarios:

Insumisa dijo...

De alguna manera, todos hemos sido, somos, o seremos un bululú.

Besos de bulu... lo que sea ;-)

Lan dijo...

Lo de ser un bululú deber ser muy triste a la larga.