18 de junio de 2008

Barrio


Frente a la foto del barrio viejo encontrada por casualidad, del barrio que ya no existe más que en nuestra mente, en la mente aquella de cuando aún no habíamos dimitido de la infancia, se tiene un sentimiento extraño, raro, difícil de describir, y, mirando la vieja foto, es como si no estuvieras ya seguro de que aquello hubiera sido y como si la foto pudiera mirarte a ti y decirte que lo que ve no es lo que vio, que tú tampoco existes ya, que sois pareja.

2 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

creo que sé a lo que te refieres, porque yo experimenté algunas sensaciones extrañas delante de fotos viejas, de ésas épocas lejanas en que uno sabe que era, que estaba allí y recuerda que pasó y cómo y sabe las sensaciones y las emociones, pero es como si fuese un personaje más del decorado que ya no es igual, como descubrir emociones en una pantalla de personajes ajenos.
No sé explicarme, pero es una emoción que me produce cierto desasoiego incómodo.

Lan dijo...

A mí también.